Baja Sajonia interviene: ¡270 kilómetros cuadrados de nuevos bosques en el Harz!
Baja Sajonia planea reforestar 270 km² en la región de Harz para promover la biodiversidad y la adaptación al clima.

Baja Sajonia interviene: ¡270 kilómetros cuadrados de nuevos bosques en el Harz!
El Harz está experimentando cambios profundos en respuesta a los desafíos urgentes del cambio climático. Baja Sajonia se ha fijado objetivos ambiciosos de reforestación y planea reducir las masas tradicionales de abetos en favor de bosques mixtos en una superficie impresionante de 270 kilómetros cuadrados. Esto lo decidió recientemente la junta administrativa de los bosques estatales y es absolutamente necesario, ya que en los últimos años muchos árboles han sido gravemente dañados por la sequía y plagas como el escarabajo de la corteza, además de que casi el 30% de los abetos han muerto en el Harz en sólo tres años. La NDR informa que los forestales como Michael Rudolph tienen que observar los alarmantes efectos de estos últimos cinco o seis años.
Con un presupuesto de más de 100 millones de euros, el gobierno federado se compromete a la reforestación, que afecta a más de la mitad del bosque estatal de Baja Sajonia en el Harz, una superficie mayor que la del Deister. La atención se centra principalmente en una estructura diversa de especies arbóreas, siendo el haya la especie arbórea central en los bosques de montaña. Esta decisión es bien recibida por la Asociación para la Conservación de la Naturaleza (Nabu), que considera importante el próximo inicio del programa para fortalecer la diversidad biológica y mejorar la capacidad del bosque para adaptarse al cambio climático. haz.de notas.
Reestructuración para el futuro
La reforestación va más allá de la simple plantación de árboles. No sólo encontrarán su lugar los abetos, que permanecen como bosques de coníferas en el 28% de las grandes altitudes, sino también especies arbóreas pioneras como el serbal, el abedul, el sauce y el álamo temblón. También se promueven especies arbóreas mixtas como el arce sicómoro y el roble albar. Es de destacar que más de una quinta parte del área se deja a la sucesión natural para permitir la renovación natural del ecosistema. Esto crea áreas que pueden proporcionar nuevos hábitats, mientras que los abetos que se derrumban proporcionan estructura y madera muerta que es importante para muchas especies.
La conversión del bosque debe realizarse de manera rápida y efectiva porque los desafíos actuales son diversos. La sequía y la infestación por escarabajos de la corteza han provocado una espectacular muerte regresiva de los bosques. Los escarabajos de la corteza dañan los abetos carcomiendo su corteza y bloqueando las rutas de transporte de los árboles. Alexander Frese, maestro forestal, lidera las medidas necesarias para plantar especies de árboles autóctonos, así como especies no autóctonas comprobadas y para proteger la naturaleza. Se encuentran diferentes especies de árboles en los vecindarios para promover la diversidad.
Una mirada al futuro
Los bosques mixtos no son sólo una evolución de las operaciones forestales, también son una necesidad para el futuro. Según un estudio del Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT), los bosques mixtos están mejor preparados para los fenómenos extremos provocados por el cambio climático, entre otras cosas gracias a su mayor biodiversidad y estabilidad. El potencial, en cuanto a las mezclas de haya y abeto, se percibe como particularmente prometedor, ya que son más robustas debido a sus diferentes sistemas de raíces. La mitad de los expertos encuestados consideran que los bosques mixtos son una mejor opción en términos de servicios ecosistémicos y también en términos de rendimiento de madera, que es importante para la industria maderera.
Los empleados de los bosques estatales de Baja Sajonia invierten cada año más de 20 millones de euros en reconversión y reforestación. Pero el éxito de esta reforestación sigue siendo incierto y también está dirigido a las generaciones futuras. Marcus Lindner, del Instituto Forestal Europeo, destaca la necesidad de bosques sostenibles que puedan proporcionar materias primas y contribuir a la protección del clima. Depende de nosotros marcar el rumbo correcto y hacer que los bosques sean aptos para el futuro.