Rescate alimentario en Berlín: ¡Motatos lucha contra el desperdicio!

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Descubra cómo lucha Berlín contra el desperdicio de alimentos y qué papel juega Motatos en ello: soluciones sostenibles para el futuro.

Erfahren Sie, wie Berlin gegen Lebensmittelverschwendung kämpft und welche Rolle Motatos dabei spielt – nachhaltige Lösungen für die Zukunft.
Descubra cómo lucha Berlín contra el desperdicio de alimentos y qué papel juega Motatos en ello: soluciones sostenibles para el futuro.

Rescate alimentario en Berlín: ¡Motatos lucha contra el desperdicio!

En Alemania se tiran cada año alrededor de 11 millones de toneladas de alimentos, aunque muchos de ellos todavía son comestibles. El desperdicio es especialmente elevado en las grandes ciudades como Berlín, donde cada vez más personas buscan una solución a este urgente problema. El supermercado online Motatos, fundado en Estocolmo en 2014, está especializado en ofrecer alimentos rescatados en Alemania y Austria. Los productos en sus estantes a menudo tienen fechas de caducidad o tienen defectos cosméticos. Muchos también provienen de la sobreproducción. Dominique Ertl, director general de Motatos para ambos países, describe la empresa como una tienda online de alimentos que no llegan a los supermercados tradicionales. La entrega incluso se realiza directamente en la puerta del cliente.

La gama incluye una mezcla colorida de alimentos cotidianos y productos inusuales de marcas más pequeñas. Sin embargo, la oferta no es suficiente para una compra semanal completa; buscarás en vano alimentos frescos como frutas y verduras. A largo plazo, el objetivo de Motatos es crear un mundo sin desperdicio de alimentos. Ertl destaca la necesidad de informar a las generaciones mayores sobre alimentación y sostenibilidad. Porque muchos consumidores muchas veces no saben cómo afrontar la fecha de consumo preferente (fecha de consumo preferente). Una mejor comprensión podría reducir significativamente el desperdicio de alimentos.

El desperdicio de alimentos ante los ojos de la UE

Según datos de la Unión Europea, cada año se ven afectados alrededor de 60 millones de toneladas de alimentos, lo que equivale a un enorme valor de 132 mil millones de euros. Esto también trae consigo desafíos ecológicos, ya que entre el 8 y el 10 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero provienen del desperdicio de alimentos. Para contrarrestar esto, la UE está persiguiendo objetivos ambiciosos para reducir el desperdicio de alimentos. Para 2030, se debería lograr una reducción de al menos el 20 por ciento en la producción y el procesamiento de alimentos y del 40 por ciento en el comercio minorista, los restaurantes y los hogares privados.

Un documento recientemente adoptado también hizo propuestas que van más allá de estos objetivos. La UE está planeando, entre otras cosas, una revisión de la Directiva marco sobre residuos y objetivos vinculantes de reducción de residuos. Sobre todo, se deben donar alimentos no vendibles pero aún comestibles. Esto podría marcar una gran diferencia a la hora de reducir la presión sobre los recursos.

Necesidad de acción política

Dominique Ertl pide a los políticos que establezcan objetivos jurídicamente vinculantes para animar a los supermercados y a las empresas a actuar. Requiere una estrategia nacional para reducir el desperdicio de alimentos que esté alineada con los ambiciosos objetivos de la agenda de sostenibilidad de la ONU. Actualmente no existe en Alemania un marco legal claro que obligue a las empresas a informar sobre sus pérdidas de alimentos. Se necesita urgentemente un cambio de rumbo en la política para reducir los costos económicos y ecológicos del desperdicio de alimentos.

Con una creciente conciencia sobre los problemas que rodean el desperdicio de alimentos y con iniciativas como Motatos, Alemania tiene la oportunidad de liderar el camino en la lucha contra el desperdicio de alimentos. El acceso a los alimentos rescatados podría alentar a muchos a comprar de manera más local y sostenible y alentar un replanteamiento del uso de los alimentos. En este contexto, la educación sobre la fecha de consumo preferente y el manejo cuidadoso de los alimentos son de vital importancia para contrarrestar el desperdicio.