Hermanas de Zwickau: sordas y exitosas en el voleibol playa

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El artículo arroja luz sobre la vida de las hermanas sordas Nelly y Peggy de Zwickau, sus actividades deportivas y sus desafíos en la sociedad.

Der Artikel beleuchtet das Leben der gehörlosen Schwestern Nelly und Peggy aus Zwickau, ihre sportlichen Aktivitäten und Herausforderungen in der Gesellschaft.
El artículo arroja luz sobre la vida de las hermanas sordas Nelly y Peggy de Zwickau, sus actividades deportivas y sus desafíos en la sociedad.

Hermanas de Zwickau: sordas y exitosas en el voleibol playa

Hoy en Colonia se trata el importante tema de la cultura de los sordos, que a menudo todavía está poco representada en la percepción de la sociedad. Las hermanas Nelly y Peggy Steinbach, que crecieron en Zwickau después de la reunificación, no sólo son modelos a seguir en la disciplina deportiva de voleibol playa en su club GSV Zwickau, sino que también representan activamente los intereses de las personas sordas. Ambos logran seguir su propio camino, aunque los desafíos de su identidad sorda a veces exigen grandes cosas.

Los Steinbach se comunican con sus padres, Norman y Pia, mediante lengua de signos. Norman, ex deportista de competición de la RDA, vivió una infancia diferente a la de sus hijas. En la antigua RDA, era común que las personas sordas aprendieran el lenguaje hablado, lo que era extremadamente difícil para Pia, que proviene de una familia religiosa y no tenía acceso al lenguaje de signos. Hoy enseña lengua de signos en la Universidad de Zwickau y actúa como un vínculo importante entre los mundos. Norman, en cambio, se consolidó en su faceta de mecánico tras la caída del Muro y pudo conservar su puesto.

Cultura sorda en transición

Hay alrededor de 70 millones de personas sordas en todo el mundo que se comunican en más de 300 lenguas de signos diferentes. Estas lenguas no son sólo medios de comunicación, sino también portadoras de identidad cultural. El audismo (discriminación basada en la superioridad del lenguaje hablado) es un fenómeno común que las personas sordas experimentan a diario en la sociedad. Para aumentar la visibilidad y los derechos de las personas sordas, la conciencia colectiva es de gran importancia. El concepto de sordera, que refleja la sordera como identidad cultural esencial, está adquiriendo cada vez más importancia.

Desde los años 1960, las personas sordas han tenido que imponerse no sólo contra los prejuicios, sino también contra las injusticias del discurso político. La cultura sorda En sí mismo incluye aspectos históricos, artísticos y sociales que deben ser tratados y apreciados de forma independiente. Las lenguas de signos son la forma de comunicación preferida en la cultura sorda y desempeñan un papel clave en el intercambio y la formación de la identidad. Las instituciones educativas para sordos no sólo ofrecen las competencias lingüísticas necesarias, sino que también contribuyen decisivamente al desarrollo de la identidad.

Autodeterminación y visibilidad

En el programa “¡autodeterminado!” El objetivo es aclarar el artículo 3 de la Ley Fundamental, que prohíbe la discriminación por motivos de discapacidad. Destaca lo importante que es una vida autodeterminada para las personas sordas en diversos ámbitos de la vida como el trabajo, la escuela o la cultura. Se observa que las personas sordas a menudo son empujadas a desempeñar un papel aislado, lo que limita la autonomía y la visibilidad de la cultura sorda.

También es significativa la influencia de las lenguas de signos, que han servido como elemento unificador para las personas sordas durante más de 300 años. El panorama político y social actual requiere un replanteamiento. La mayoría de las personas se encuentran todavía en los primeros niveles de conciencia y a menudo perciben a las personas sordas como deficientes. Pero con jóvenes talentos y actores comprometidos, tanto de las filas de los sordos como de los científicos auditivos, muchos están trabajando para cambiar estas perspectivas y mostrar de manera integral la cultura vivida.

Para contrarrestar la exclusión de las personas sordas, los eventos culturales y la formación de intérpretes de lengua de signos son esenciales para una participación igualitaria en la vida cotidiana. El Situación política de las personas sordas presenta muchos desafíos, pero también un gran potencial para cambios en términos de aceptación e integración.

Nelly y Peggy son ejemplos vivos del despertar y fortalecimiento de la cultura sorda. Demuestran que se puede lograr mucho con coraje, determinación y una base cultural sólida. En un mundo caracterizado por la diversidad, las personas sordas son cada vez más visibles y fortalecen su confianza en sí mismos: un avance maravilloso que no perderá su relevancia.