Peligro de incendio forestal en pleno verano: ¡el polvorín ecológico de Brandeburgo!

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Brandeburgo se enfrenta a un alto riesgo de incendios forestales debido a zonas contaminadas con municiones. Situación actual y desafíos de un vistazo.

Brandenburg kämpft mit hoher Waldbrandgefahr aufgrund munitionsbelasteter Flächen. Aktuelle Lage und Herausforderungen im Überblick.
Brandeburgo se enfrenta a un alto riesgo de incendios forestales debido a zonas contaminadas con municiones. Situación actual y desafíos de un vistazo.

Peligro de incendio forestal en pleno verano: ¡el polvorín ecológico de Brandeburgo!

En Brandeburgo, el riesgo de incendios forestales es actualmente especialmente alto, especialmente durante la temporada de calor, cuando se producen condiciones peligrosas. La sequía persistente y la escasez de precipitaciones están fomentando esta peligrosa situación. El Ministerio de Agricultura, Alimentación, Medio Ambiente y Protección del Consumidor de Brandeburgo (MLEUV) publica diariamente evaluaciones actuales del riesgo de incendios forestales entre el 1 de marzo y el 30 de septiembre. Actualmente hay humo en varios lugares de la región, donde la temporada de incendios forestales comienza el 1 de marzo y se prolonga hasta el otoño. Si bien en 2024 se produjeron muchos incendios forestales más pequeños, hasta ahora no ha habido incidentes importantes ni devastadores. Pero el gran incendio que arrasó un terreno militar cerca de Jüterbog en junio de 2023 y que sólo pudo extinguirse después de dos semanas no será olvidado.

Brandeburgo es también el estado federado de Alemania más afectado por la munición vieja. Alrededor de 300.000 hectáreas de superficie forestal contaminadas con municiones plantean un importante desafío en la lucha contra los incendios: más de un tercio de la superficie forestal total del estado está afectada. Estas zonas no sólo corren el riesgo de combustión espontánea, que aumenta debido a la erosión de las municiones viejas, sino que los bomberos también deben mantener una distancia mínima de 500 metros de las zonas contaminadas con municiones. El proyecto nacional ERWIN tiene como objetivo analizar los problemas que rodean estos peligros y desarrollar recomendaciones de acción adecuadas.

El desafío explosivo

En Brandeburgo es especialmente complicada la combinación de incendios forestales y zonas contaminadas con municiones. La ignición espontánea de municiones viejas provocó incendios en 851 hectáreas de bosque en 2019, lo que representó el 63% de la superficie total de incendios forestales ese año. La estructura vegetal de las antiguas zonas militares favorece la rápida propagación del fuego y plantea enormes retos a los servicios de emergencia. Los incidentes del año pasado en Treuenbrietzen demuestran que el problema es urgente. Los bomberos de Jüterbog sólo pudieron mantener húmedas las franjas de protección contra incendios porque existía el riesgo de que las llamas se extendieran a focos de fuego inaccesibles. Estas circunstancias exigen una acción rápida y medidas preventivas, como la eliminación temprana de artefactos explosivos en zonas accesibles.

  • Brandenburg hat etwa 575.000 Hektar (20 %) seiner Fläche als kampfmittelverdächtig klassifiziert.
  • Von den 300.000 Hektar Waldfläche ist ein Großteil schwer zugänglich für die Feuerwehr.
  • Um die Brandbekämpfung effektiv zu gestalten, sind regelmäßige Wartungen von Wegen und Löschwasserentnahmestellen unabdingbar.
  • Das Land gibt jährlich bis zu 5 Millionen Euro für die Arbeit des Kampfmittelbeseitigungsdienstes (KMBD) aus.

Un hecho destacable: los diez mayores incendios forestales ocurridos desde 2002 se produjeron exclusivamente en zonas contaminadas con municiones. En 2022, por ejemplo, se encontraron y destruyeron 490 toneladas de municiones, desde más de 3.000 armas cuerpo a cuerpo hasta miles de granadas y minas. La situación de seguridad es también un desafío financiero para el país, que ha puesto gran énfasis en la desmunición y limpieza de áreas en riesgo desde 2002.

Antes de poder extinguir un incendio en una región afectada, a menudo es necesario realizar un trabajo preparatorio considerable. El reto de retirar los materiales viejos y potencialmente explosivos es complejo y costoso: los costes estimados son de al menos un euro por metro cuadrado. Estos aspectos aumentan la presión sobre los recursos de los responsables y se estima que el programa de eliminación de artefactos explosivos costará alrededor de 700 millones de euros para más de 1.800 zonas, incluidas varios cientos de hectáreas de bosque.

Brandeburgo debe tomar decisiones políticas y prácticas inteligentes para garantizar la seguridad de su población y la salud de sus bosques. La atención se centra en proyectos preventivos como ERWIN, así como en los incansables esfuerzos de los bomberos y los servicios de eliminación de artefactos explosivos. El tiempo apremia y los servicios de emergencia lo tienen claro: la combinación de condiciones climáticas extremas y lugares contaminados es una mezcla explosiva.

Para obtener más información sobre los acontecimientos y medidas actuales en Brandeburgo, haga clic en MAZ, [FNR].