Ayuda en disturbios: ¡Un hombre hiere a tres personas en Prenzlau!

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

Un hombre de 34 años se amotinó en Prenzlau e hirió levemente a tres personas. Policía y socorristas de guardia.

Ein 34-jähriger Mann randaliert in Prenzlau und verletzt drei Personen leicht. Polizei und Rettungskräfte im Einsatz.
Un hombre de 34 años se amotinó en Prenzlau e hirió levemente a tres personas. Policía y socorristas de guardia.

Ayuda en disturbios: ¡Un hombre hiere a tres personas en Prenzlau!

El 16 de octubre se produjo un incidente en Prenzlauer Heideweg que llamó la atención de la policía. Un hombre de 34 años fue notado gritando fuertemente y aparentemente se encontraba en una situación psicológica excepcional. La comisaría de policía de Uckermark informó el viernes por la tarde sobre la operación, que representó una situación peligrosa no sólo para el hombre, sino también para los testigos de los alrededores. Intentaron ayudar al alborotador, pero la situación se intensificó y desembocó en una discusión. Una mujer de 40 años y dos hombres de 18 y 36 años resultaron levemente heridos.

La policía llegó rápidamente al lugar, pero el manejo de la situación plantea preguntas: ¿Cómo se debe capacitar a los agentes en tales crisis? Alto noticias diarias Desde 2019, la policía ha disparado a 37 personas en crisis psicológicas en Alemania. Una tendencia preocupante que vuelve a exigir una mejor formación de los agentes de policía. Un caso que ha saltado especialmente a la luz pública es el de Oisín, un nuevo padre que también recibió un disparo de la policía mientras padecía una crisis de salud mental. Este incidente pone de relieve la urgencia de que los agentes de policía estén mejor preparados para este tipo de situaciones.

Cómo afrontar las crisis psicológicas

Actualmente sólo hay tres estados federados en Alemania que ofrecen formación obligatoria a los agentes de policía en el trato con personas con enfermedades mentales. Este es el caso de Hamburgo, pero la falta de dinero y de personal dificulta una formación integral. El fallo del sistema es evidente: si bien los funcionarios públicos suelen ser el primer punto de contacto para las personas en situaciones de crisis agudas, falta un estándar uniforme de formación para tratar con personas con enfermedades mentales. Esto pone de relieve la necesidad de que la colaboración entre la policía y los profesionales de la salud mental sea mucho más frecuente.

Como en el caso de Oisín, no había ningún profesional de salud mental en el lugar para brindar apoyo. Esto da como resultado que los agentes no reciban el apoyo adecuado en una situación potencialmente peligrosa, poniendo en peligro no sólo la seguridad de los involucrados, sino también la de la policía. Para contrarrestar esto, Sajonia-Anhalt está trabajando en un programa de formación que prepara a los agentes de policía para afrontar de forma profesional y tranquila las llamadas de emergencia, especialmente en estados psicológicos excepcionales.

Papel de la policía en situaciones de crisis

El director de la comisaría de Halle destaca que el tacto y el conocimiento profundo son de vital importancia en las operaciones con personas con enfermedades mentales. Los estudios demuestran que los servicios de emergencia capacitados pueden actuar de manera más segura y reducir la escalada. Esto no sólo podría reducir los riesgos para los afectados y quienes los rodean, sino también simplificar la situación para los agentes de policía. El caso del hombre de 34 años está siendo investigado actualmente en la comisaría de Uckermark y se abre una investigación por lesiones corporales, mientras que fue trasladado a un hospital para recibir ayuda médica y psicológica.

Los acontecimientos que rodearon este incidente dejan claro que ya es hora de centrarse en formar a la policía para hacer frente a las crisis de salud mental. Sólo así se podrán evitar muchas de estas trágicas situaciones en el futuro.

Para los afectados, esto puede significar la esperanza de que operaciones tan delicadas se gestionen mejor en el futuro, ya sea a través de funcionarios especializados o de una cooperación más estrecha con expertos psiquiátricos. Es de esperar que los incidentes aquí mencionados sirvan de punto de inflexión y produzcan un cambio duradero.