El distrito de Ludwigslust-Parchim está en lucha: ¡el billete de Alemania está en peligro!
El consejo regional de Ludwigslust-Parchim exige seguridad en la planificación para la candidatura alemana, mientras se avecinan dificultades financieras.

El distrito de Ludwigslust-Parchim está en lucha: ¡el billete de Alemania está en peligro!
En el ámbito del transporte público en el distrito de Ludwigslust-Parchim las cosas se están poniendo turbulentas. Sobre todo, el billete alemán está en peligro. Esto se debatió en el consejo de distrito el 15 de octubre de 2025. Los miembros del consejo de distrito de todas las tendencias presionan al administrador del distrito Stefan Sternberg (SPD) para que exija mejores regulaciones. Es preocupante la situación del billete de Alemania, que se vende por 58 euros al mes, ya que su uso y su financiación aparentemente no están en armonía [NDR].
El administrador del distrito Sternberg ya había indicado en septiembre que se discutiría una salida del Deutschlandticket si las condiciones financieras no mejoraban. Las cifras actuales hablan por sí solas: en el distrito se ha detectado un agujero financiero de unos cinco millones de euros, mientras que a la empresa de transporte VLP le faltaron dos millones de euros el año pasado y tres millones de euros en lo que va de año. La presión sobre el gobierno estatal es enorme, sobre todo porque estos fondos pendientes también se consideran un problema federal.
Los argumentos sobre la mesa
La situación también se considera especialmente crítica en el caso de los servicios de autobús de guardia, previstos en el acuerdo de coalición entre el SPD y la izquierda. El consejo de distrito ha decidido ahora que el administrador del distrito debería presionar a los gobiernos estatal y federal para garantizar estos servicios. Muchos ciudadanos tienen dificultades en las cajas y, en consecuencia, la movilidad de las personas en el distrito se ve afectada.
Además, las normas actuales de distribución de la renta provocan confusión. A partir del 1 de septiembre, el dinero se distribuirá según los códigos postales de los usuarios de Deutschlandticket, pero esta norma sólo se aplica hasta finales de año y ofrece poca seguridad de planificación. Si las empresas de transporte no reciben una compensación adecuada, el billete podría reconsiderarse en el sistema de tarifas actual, lo que podría traer sorpresas desagradables a muchos viajeros.
Los números hablan por sí solos.
Hasta el momento, alrededor de 12.000 personas en el distrito se han suscrito al Deutschlandticket, pero sólo 1.800 de ellas lo compraron a la empresa de transporte local. Esto plantea la cuestión de cómo se pueden lograr aquí vínculos regionales más fuertes. Según Nordkurier (https://www.nordkurier.de/regional/ludwigslust/deutschlandticket-landkreis-ludwigslust-parchim-droht-mit-ausstieg-3929789), para octubre está prevista una reasignación de los ingresos por entradas, que también debería tener en cuenta los aspectos turísticos. Esto podría ser potencialmente la clave para aliviar el transporte local en el distrito y aliviar los obstáculos financieros.
Con casi 2,4 millones de entradas vendidas en Alemania el año pasado y una facturación de casi 113 millones de euros en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, está claro que la necesidad existe. Sin embargo, la realidad muestra que es urgente reconsiderar la prefinanciación y el apoyo político para evitar futuras salidas.
El Deutschlandticket es una opción atractiva para muchos, ya que es válido para todos los transportes públicos de Alemania y está disponible tanto en formato digital como con tarjeta con chip. Pero sin una base financiera estable, será difícil cumplir las promesas hechas a los ciudadanos y promover la movilidad en regiones estructuralmente débiles. Los responsables políticos se enfrentan ahora a un desafío: será apasionante ver cómo se desarrollará la situación mientras los alemanes sigan siendo poderosos al volante.
Lo mantendremos informado sobre lo que sucederá a continuación con el Deutschlandticket en Ludwigslust-Parchim. Una cosa es segura: aquí todavía es posible mucho movimiento. Después de todo, ¡la movilidad es un derecho fundamental que también debería promoverse en las zonas rurales!