35 años después de la caída del comunismo: antiguos viajeros transfronterizos unidos en el lago Mechower

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Recordando el fin de los controles fronterizos en el noroeste de Mecklemburgo: amistades al otro lado de la frontera, excursiones guiadas y reseñas históricas.

Erinnerung an das Ende der Grenzkontrollen in Nordwestmecklenburg: Freundschaften über die Grenze, geführte Wanderungen und historische Rückblicke.
Recordando el fin de los controles fronterizos en el noroeste de Mecklemburgo: amistades al otro lado de la frontera, excursiones guiadas y reseñas históricas.

35 años después de la caída del comunismo: antiguos viajeros transfronterizos unidos en el lago Mechower

Hace 35 años, el 30 de junio de 1990, el entonces inspector jefe de policía Wolfgang May, de la Guardia Federal de Fronteras (BGS), informó con su última orden oficial. Este momento no sólo marcó el final de su servicio en la frontera interior alemana, sino también el fin simbólico de décadas de controles fronterizos. May fue responsable del tramo desde el borde norte del lago Ratzeburg hasta Zarrentin. Con la esperanza de capturar el momento histórico, esperó hasta que su superior abandonó el cuartel para redactar un informe que, curiosamente, se completó en sólo tres minutos. En él deseaba a sus destinatarios un buen año 1990. El mensaje era un presagio del cambio que se avecinaba en Alemania en 1990, sobre todo gracias al compromiso incansable de los ciudadanos que lucharon por su libertad y que finalmente lo lograron después de años de protestas. Según Nordkurier, se desarrolló una amistad entre May y Jens Strohschein, un ex guardia fronterizo de la RDA, después de que se conocieron en una ceremonia de reunificación en Kiel en 2019.

Pero, ¿cómo fue estar al otro lado del muro? Jens Strohschein estaba entonces destinado en Schlagbrügge sin saber a quién se enfrentaba. Mientras que los guardias fronterizos de la RDA estaban informados sobre el BGS, los agentes del BGS sólo podían adivinar a quién se enfrentaban. Después de la apertura de la frontera, Strohschein siguió estacionado en Schlagbrügge para supervisar la renovación de las instalaciones fronterizas. El encuentro de los dos antiguos "adversarios" muestra de manera impresionante cómo puede cambiar la historia: los oponentes se convierten en amigos que ahora ofrecen juntos caminatas guiadas sobre la historia de la frontera. La próxima caminata tendrá lugar el 26 de julio alrededor del lago Mechower, en Grenzhus en Schlagsdorf.

La historia de la frontera.

La historia de la frontera de Alemania es una de las más complejas y conmovedoras de la historia europea. Después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania se dividió en dos estados en 1949: la República Democrática Alemana (RDA) en el este y la República Federal de Alemania (RFA) en el oeste. Esta frontera, que se extendía a lo largo de 1.400 kilómetros, era la mejor vigilada en aquel momento. Mucha gente recordó los estrictos controles que hacían extremadamente difícil cambiar de bando. A menudo se necesitaban permisos especiales para viajar de este a oeste. La caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 fue el resultado del creciente resentimiento entre los ciudadanos de la RDA por sus condiciones de vida y la continua opresión. En el verano de 1989, más de 50.000 personas huyeron de la RDA hacia Occidente, y acontecimientos destacados como las “manifestaciones del lunes” condujeron a la disolución del régimen.

La caída del Muro de Berlín se considera un momento clave en la historia de Alemania, no sólo como el fin de un régimen, sino también como un punto de inflexión para toda Europa. Al cabo de unos meses, Alemania quedó reunificada el 3 de octubre de 1990, que ahora se celebra como el “Día de la Unidad Alemana”. La plataforma Planet Wissen destaca que la caída del Muro de Berlín y la posterior reunificación no sólo pusieron fin a la división de Alemania, sino que también provocaron profundos cambios sociales.

Cambios después de la reunificación

En los años posteriores a la reunificación, Alemania experimentó cambios profundos. Se rediseñó la zona fronteriza entre el Este y el Oeste, y muchas ciudades y comunidades que antes eran animadas se enfrentaron a cambios drásticos. Los residentes informaron de cambios repentinos en su vida cotidiana mientras cambiaban las estructuras turísticas. Ejemplos de este cambio son el monumento a la “División Alemana de Marienborn” en la autopista A2, que alguna vez incluyó las fortificaciones fronterizas centrales, y el proyecto “Cinturón Verde”, cuyo objetivo es crear un cinturón natural a lo largo de la antigua frontera. Ya sea que se hable de nuevos comienzos o de déficit económico, los efectos de la reunificación todavía se pueden sentir hoy.

Lo que hace 35 años se consideraba un adiós al pasado se ha convertido en un acontecimiento positivo en el que se están redescubriendo antiguas regiones fronterizas. Wolfgang May y Jens Strohschein viven este cambio compartiendo activamente la historia de la frontera con la próxima generación, simbolizando la amistad que surgió de un tiempo de separación. Sus caminatas guiadas no son sólo un viaje a través de la historia, sino también un símbolo de la solidaridad que acompañó el camino hacia la unidad alemana.